ACOR ha publicado su habitual lista de variedades de girasol recomendadas para la nueva campaña de siembra que comienza en las próximas semanas. Nueve son de tipo linoleico (convencional) y ocho de alto oleico, después de haber estudiado 29 semillas diferentes, de las cuales, 27 se han sembrado en secano y 21 en regadío. Algunas de estas variedades han ofrecido buenos resultados en ambos sistemas.
Los ensayos se han efectuado por el servicio Agronómico de la Cooperativa en las localidades de Mayorga (Valladolid), Aldeaseca (Ávila), Tolocirio y Vallelado (Segovia) con el objetivo de tener condiciones ambientales y agronómicas diferentes. Por este motivo, aunque la tabla es una referencia importante para el socio de ACOR, sus técnicos advierten de que aspectos como el suelo, la climatología y las prácticas agrícolas serán siempre determinantes en el resultado final.
Situación actual
A pesar de que el campo lleva cierto retraso en algunos cultivos, provocado por las importantes inclemencias del tiempo producidas en el mes de enero, el girasol no se ha visto influido y las siembras mantienen su estimación a partir del 10 de abril. “Las precipitaciones previas a este momento permiten que haya agua acumulada, sobre todo en profundidad, que seguramente favorecerá no sólo la preparación del terreno de cara a la siembra y además un mejor desarrollo del cultivo del girasol”, explica Joaquín Ortiz del servicio Agronómico y de Cultivos de ACOR.
El manejo del cultivo es el mismo para un girasol linoleico y un alto oleico. No obstante, si el agricultor opta por un alto oleico debe tener en cuenta el posible cruce de polen durante la fecundación si hay parcelas de girasol convencional cercanas. Además, las bajas temperaturas después de la floración pueden disminuir el contenido de ácido oleico en la producción. En cambio, el alto oleico logrará un mejor precio en el mercado.
Adelantar la siembra permite que las floraciones no coincidan con las mayores temperaturas del verano, cosechar antes de las lluvias de otoño y disponer de más tiempo para preparar la parcela para el cultivo siguiente. En cuanto a la densidad de siembra se recomienda una densidad de 35-45.000 plantas/ha para un secano árido, 50-65.000 plantas/ha para un secano fresco y para un regadío entre 80-100.000 plantas/ha.
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