El agua, un recurso estratégico para ACOR

Entrevista a Andrés Sanz, responsable del Departamento de Gestión del Agua

Desde 2024, ACOR cuenta con un departamento específico para gestionar uno de los recursos más valiosos en su proceso industrial y agronómico: el agua. Aunque su creación es reciente, el departamento no parte de cero. “Siempre ha habido una gestión del agua en ACOR”, nos cuenta Andrés Sanz. “La necesitamos tanto para el cultivo como para el procesado de remolacha y oleaginosas. Pero con el tiempo, las normativas han cambiado, la tecnología ha avanzado y se hacía necesario un enfoque más ordenado y centralizado”.

Ese enfoque se ha materializado en un equipo de una decena de personas, principalmente operarios y controladores de planta, encargados de la operación y mantenimiento de instalaciones críticas como la estación depuradora de aguas residuales, así como la supervisión de los distintos circuitos de refrigeración, condensación y las balsas de almacenamiento asociadas.

El agua en ACOR: una cuestión de estrategia

 

Varios miembros del departamento. De izq. a der.: Andrés Sanz, Luis A. Luengo, Hugo Rico, Jorge Hernández y Ana María Ciolac

El agua se ha convertido en un eje fundamental del plan estratégico de ACOR. “Porque es un recurso transversal. Desde el cultivo de remolacha, que necesita un riego eficiente, hasta la extracción del azúcar, pasando por el procesado de semillas en la planta de aceites, la generación y transporte de energía. El agua interviene en múltiples procesos de nuestra actividad”, asegura Sanz.

Pero no se trata solo de usar agua: se trata de hacerlo bien. Por eso, se han definido cuatro criterios clave que rigen la actividad del departamento: Maximizar la eficiencia, Optimizar el consumo, Potenciar la reutilización y Evitar la contaminación

Este enfoque no solo tiene un impacto medioambiental, sino también económico. “Cada metro cúbico que se ahorra o reutiliza reduce costes. Cada mejora en la depuración supone un ahorro. Ser sostenibles es también ser más rentables”, explica.

Uno de los procesos donde más claramente se ve esta apuesta por la eficiencia es el lavado de la remolacha. “Usamos grandes cantidades de agua para retirar tierra e impurezas. Pero en lugar de desecharla, reacondicionamos esa agua: se  separan los lodos y restos vegetales, se acondiciona el agua y se vuelve a utilizar”, señala. 

Una reforma clave fue la del Punto 0 de descarga de remolacha. Antes, el transporte de la remolacha almacenada se hacía por canales de agua. Hoy se hace por cintas transportadoras, lo que ha permitido reducir en hasta un 50 % los picos de carga orgánica en el agua generada  durante la campaña.

Pero también se busca optimización: “El 75% de la remolacha es agua. En el proceso de extracción de azúcar, buena parte de esta agua se incorpora en el proceso y puede ser reutilizada en otras partes del sistema. Es una forma más de cerrar el ciclo”.

Tecnologías punteras

Uno de los puntos clave del sistema es la depuradora, que trata un volumen de aguas residuales equivalente al de una pequeña ciudad. 

ACOR lleva décadas invirtiendo en tecnologías punteras. Ya en 1984, fue pionera en instalar uno de los primeros reactores anaerobios de su clase en España. Hoy, aquel reactor sigue operativo gracias a actualizaciones constantes. Pero no es la única infraestructura innovadora: “Recientemente hemos incorporado uno de los equipos de flotación por aire disuelto más grandes del país. Y estamos probando tecnologías de inyección de oxígeno para mejorar aún más los procesos”.

Además, el tratamiento de aguas se ha ido adaptando al crecimiento de la fábrica: una de las inversiones en marcha es la construcción y adecuación de balsas para una mejor segregación de aguas y con ello una optimización de los tratamientos.

Uno de los grandes aliados del departamento es la digitalización. “Aunque ahora esté de moda hablar de ello, en ACOR llevamos muchos años trabajando con procesos automatizados. Tenemos monitorizados en tiempo real muchos puntos del sistema, desde el rendimiento de los equipos hasta parámetros de calidad del agua. Eso nos permite reaccionar con rapidez ante cualquier desviación”, afirma el responsable de Gestión del Agua.

Retos presentes y futuros

Con año y medio de vida, el departamento ya ha asumido retos ambiciosos. “El primero ha sido optimizar las instalaciones existentes. Antes de ampliar, queríamos asegurarnos de que sacábamos el máximo partido a lo que ya teníamos”. El siguiente paso será decidir en qué puntos se necesita ampliar o modernizar, siempre con un criterio claro: mantener las instalaciones actualizadas para cumplir la normativa con el menor coste posible para la Cooperativa. 

La conclusión es clara: el agua no es solo una necesidad operativa, es una oportunidad. Para ser más eficientes, más rentables y más responsables. Y el departamento de Gestión del Agua está trabajando, gota a gota, para que ACOR avance en esa dirección.

Eje fundamental del II Plan Estratégico de ACOR

La gestión del agua no es un complemento en ACOR, es un eje central de su estrategia de futuro. Su papel es tan transversal que afecta directamente a la rentabilidad de las explotaciones, la eficiencia industrial y el cumplimiento de las normativas ambientales. Por eso, el plan estratégico de la Cooperativa coloca el agua en el centro de todas las decisiones clave. Entre las grandes metas están: optimizar el consumo de agua en los procesos de producción, implementar tecnologías para mejorar la eficiencia hídrica y reducir el impacto ambiental del uso del agua.

Porque se trabaja no solo en el ámbito industrial, sino también en el agrícola. A través del Servicio Agronómico, ACOR cuenta con un plan de sensibilización y se trabaja con los Socios para optimizar y maximizar la eficiencia en ese uso del agua.

Pensar en agua es, en realidad, pensar en sostenibilidad, en eficiencia y en compromiso con los Socios. Este enfoque no solo busca adaptarse a las exigencias del presente, sino anticiparse a los retos del futuro. Por eso se están impulsando inversiones, tecnologías y nuevos modelos de gestión que permitan a ACOR seguir siendo competitiva sin renunciar a su responsabilidad medioambiental. Cuidar el agua es cuidar el modelo cooperativo. Y por eso, su gestión es, y seguirá siendo, un pilar esencial del camino que la Cooperativa está trazando para los próximos años.

 

Reportaje disponible en la revista ACOR 190

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